Junio 2013
He llegado a esta lindísima ciudad el 13 de junio, el mismo día que el capitán George Vancouver, oficial de la armada británica, algunos siglos después. El buscaba un pasaje en el Nor-Oeste entre el Atlántico y el Pacífico y yo ahora disfruto de su buena idea de establecer esta ciudad.
Mas adelante les contaré los marinos que navegaron por estas costas y sus procedencias, con la intención de apropiarse de territorios (para sus gobiernos) y fundar ciudades.
Y finalmente quien quedó en el trono (figurado).
Ya en el aeropuerto, muy original y moderno, se ve gente de diversas razas, muchísimos orientales de variadas procedencias, mujeres que deben pertenecer a alguna religión o grupo determinado, con largas polleras, largas túnicas como ponchos, pelo suelto y largo algunas y las más jóvenes con el pelo trenzado en una sola trenza (solteras probablemente), algunos amish, lucidísimos señores con sus bigotes largos y con las puntas engomadas hacia arriba (estilo Dalí), en fin, de todo un poco, muy atractivo y anticipante de la diversidad de etnias que se encuentra en esta ciudad.
Este lindo aeropuerto tiene todas las facilidades para cualquier edad y condición física, escaleras eléctricas, ascensores, carritos que llevan a los ancianos y discapacitados hasta cualquier lado, incluido Migraciones (donde milagrosamente hay gente que atiende muy bien, hasta con alguna sonrisa)…y trenes supersónicos (una forma de calificarlos) que llegan hasta el propio centro de la ciudad en varias estaciones. Todo el mundo toma el tren, hasta los viejísimos.
Dicen por aquí que el cantonés y el mandarín los hablan un tercio de la población y que el barrio chino es el segundo mas grande del mundo, después del de San Francisco CA.
La ciudad tiene todo tipo de aguas, lagos, ríos, el océano, por ello lo mas interesante de la zona, además de su belleza natural y edilicia son los barcos y los hidroaviones.
Frente a la ciudad hay una isla súper turística, llamada Granville Island que es de cuento. Con un gran Mercado donde hay de todo y cantidad de restaurants uno en particular, Sand Bar, es de ensueño por su estructura y su comida.
Está propiamente «encajado» en la parte final del puente que cruza algo así como un amplio riachuelo (False Creek), practicamente frente al «down town», este arroyo amplio separa el down town del resto de la ciudad.
He sacado un montón de fotos del Sand Bar porque es increíble. Tiene varios niveles con instalaciones diferentes en cada uno, en la parte central hay un velero tamaño real que cuelga de alguna parte en un piso superior y llega hasta la altura del segundo piso. La parte más alta es como una terraza techada, con paredes de vidrio solo de un par de metros o algo menos, tiene unas estufas dignas de la península escandinava y mantas en cada silla por si los clientes aún sienten algo de frío. Para contarles lo calefaccionado que está el ambiente, con una estufa de altura media repleta de leños chispeantes les cuento que tuve que sacarme la campera, con la camisa se estaba muy bien.
La comida es digna del mejor paladar. Yo comí unos mejillones (el bowl era tan grande que no lo pude terminar) hechos al vapor con una salsa ligeramente cremosa con «onion spring» algo así como cebollitas de verdeo, muy suave, como la de la famosa «clam chowder» (sopa de almejas), absolutamente manjaroso. Sin duda los mejores que comí en mi vida.
He encontrado mucha gente joven que ha estado en Argentina y en Chile por un par de meses y es notable que bien hablan español. Todos han viajado al Nor-Oeste argentino y les ha encantado, no quieren saber nada con el sur del país, pues montañas y nieve tienen bastante por aquí.
Casi al lado del Sand Bar hay un Mercado gigantesco, colorido y bullicioso donde se encuentra de todo. También comidas de las mas variadas.
En esta isla hay oferta turísitica amplísima, hoteles, cervecerías, restaurants, alquiler de lanchas, paseos náuticos.
Para completar el paseo el día fue espléndido, soleado, templado, sin viento, un placer enorme.
Mañana vamos a la isla de Vancouver, un gran isla costera en el Océano Pacífico, a visitar su lindísima ciudad Victoria, capital de la Columbia Británica, por todo el día.
Ya les contaré.
Agur !
Sorpresa al llegar al aeropuerto!