Octubre 2008
Los que tenemos una idea, solo idea, del movimiento contracultural hippie, conocimos “de nombre” y por algunas imágenes Khatmandu. Y quedaron en nuestras cabezas imágenes borrosas con un halo de ropas coloridas y sueltas, pies descalzos, flores, cánticos románticos y pacíficos, amor libre y….drogas.
Tan es así que cuentan en Kathmandu que los chicos americanos en aquellas épocas repetían allí un mantra cuya pronunciación deformada remedaba un verdadero mantra que decía (con pronunciación arrastrada por la droga) “Oh mama take me home…” respondiendo a un estado de debilidad por el consumo desmedido de sustancias y alcohol.
De tal forma visitar Nepal y su capital Kathmandu siempre fue una atracción aventurera a conocer… acentuada por la posibilidad de acercarnos al Everest.
Afortunadamente nuestra visita se dio antes del fuerte terremoto del 25 de abril de 2015 que costó vidas y destrucción de templos y palacios, y así conocimos la ciudad que visitaron los hippies en el esplendor edilicio de su estructura de muchos siglos.
Una de las atracciones principales en esta ciudad son las “Stupas”, templos budistas circulares con una gran cúpula blanca luciendo en su parte media superior los grandes ojos de buda que miran en las cuatro direcciones.
Bodnath es la mayor stupa de Asia y atracción turística y religiosa, que los peregrinos circundan mientras pronuncian mantras.
Las Stupas representan el monte Meru, centro del cosmos para el budismo y guardan reliquias budistas.
En Kathmandu el principal atractivo arquitectónico es la Patan Durbar Square (que sufriera tantos daños con el terremoto de 2015) y era el lugar donde se coronaban los reyes nepalíes.
El templo de Maju Deval se eleva y lo acompaña una alta escalera donde se sientan los turistas para observar el panorama de la plaza.
Abajo los turistas de diversas partes del mundo cruzan la plaza contemplando a la vez los monumentos y palacios y escenas de la vida cotidiana de los pobladores y de los turistas paseantes.
El aguatero vestido de blanco que porta su carga en dos recipientes redondos que penden de un eje apoyado sobre sus hombros, los vendedores de pashminas, chales, toda clase de tejidos de lana de muy buena calidad y colores atractivos y armónicos. Yo me enamoré de un pie de cama que amalgama colores pasteles y brillantes, suave y abrigado que utilizo todos los inviernos con grato recuerdo.
Avanzando por las calles se ven toda clase de actividades locales, espacios un poco mas bajos del nivel de la calle donde se forma algo así como una pileta playa con cantidad de canillas de donde toman agua los locales para darse baños recatados y lavar ropa.
Al acercarnos a la plaza comenzaron a revolotear cientos de palomas y los visitantes japoneses y chinos comenzaron a colocarse sus barbijos.
Y un poco mas allá nos encontramos con el edificio donde vive una niña virgen que cuidan celosamente un grupo de personas hasta que llega a la pubertad. A partir de allí toma su lugar una nueva niña virgen que cumplirá su ciclo. Nadie pudo o quiso explicar que ocurría con la niña que dejaba su status.
Una serie de requisitos se cumplen para observar al mediodía la salida de la niña virgen al balcón de una primera planta de la casa. Primeramente se asoman al balcón unas personas que observan la multitud de la plaza con detenimiento y luego se hace saber que no se podrán tomar fotografías ni arrojar flores ni ningún objeto. El que no respete las normas será expulsado de la plaza.
Así pudimos observar una niñita que salía al balcón flanqueada por dos mujeres. La niña observó la plaza sin sonreir ni emitir sonido y luego de breves minutos se retiró y el balcón volvió a cerrarse.
Un montón de inquietudes lo asaltan a uno luego de esa ceremonia. Cual es el propósito de semejante costumbre? Esa niña es separada de su familia, de su madre? Como es su vida desde que la toman de pequeña hasta que llega a la pubertad? …Y luego?
Nos alejamos del frente de esa plaza y antes de salir de ella nos encontramos con una pequeña casa fagocitada por un árbol.
Cosas raras, al menos para nosotros que estamos al otro lado del mundo.
Las vacas orejudas seguían echadas alrededor sin que nadie las moleste, muy tranquilas y habituadas, gesto que devolvían a los paseantes.
Un comentario al margen: Cuando llegamos al espléndido hotel donde nos alojamos y fuimos al comedor, tuvimos una alegría extra. Después de un mes de no oler carne asada, nos recibieron con un asadito de carne, unos bifecitos asados no sabemos de que, pero era carne !!
Y después …el Everest !!
Tempranísimo en la mañana un grupo de dieciséis mujeres (ningún hombre se animó) salimos en colectivo al aeropuerto donde nos esperaban unos pequeños aviones en los que además de los pilotos entramos ocho mujeres de cada lado, en realidad todas un poco impresionadas, esos aviones tan pequeños volando sobre el Himalaya! Y las corrientes de aire, y los vientos ?
Nada de todo eso.. fue un vuelo espléndido. Al acercarnos al Everest los pilotos (dos) nos hicieron pasar a todas, una por vez, a la cabina con el propósito de ver desde allí, con el parabrisas un poco mas grande y mas claro que las ventanitas el pico de esa montaña leyenda. Un espectáculo único por supuesto e inolvidable. Volvimos contentas mirando las laderas de las montañas mas bajas, roca gris con algunos caseríos, algunos animales y poca vegetación.
Un viaje memorable.
Agur!
Van fotos.
Querida Belcha me encantó leerte ya que como vos para mí Kathmandu y Nepal fué una meta que en mi memoria quedó grabada de los años hippie y que obviamente estaba en mi intención recorrer, ya que por algún motivo que seguro viene de alguna vida pasada, me atrapa y jala desde el centro de mi corazón hacia todo la cultura Tibetana y sus prácticas de Meditación…todavía no lo he concretado y tal vez no lo haga pero con esas imágenes y tus relatos es como pisar un poquito su sagrada tierra!!! Gracias siempre !!!!!