Buenos Aires …la Reina del Plata.

Septiembre 2022

Como ya les contara brevemente en Instagram, Buenos Aires es una hermosa ciudad, valorada especialmente por los extranjeros y los argentinos que viven en el interior de la República, sin desmedro de la valoración de los porteños que la habitan.

Extendida, atractiva, bulliciosa, con plazas vistosas vestidas de verde, amarillo, rojo, lila y mil colores en sus canteros florecidos, edificios magníficos antiguos y modernos con aires europeos muchos de ellos, residencias importantes, varias embajadas, avenidas amplias, hoteles internacionales, todo lo que encanta a propios y ajenos.

Barrios con aromas y estructuras particulares que son objeto de visitas especiales ya sea por su arte,    su calidad edilicia, sus entretenimientos,  sus paseos costeros. Y ese polo de atracción que se llama Puerto Madero.

Y dos calles emblemáticas para las compras desde siempre: Santa Fe y Florida, donde se escucha como una letanía cansina “cambio cambio; dolar dolar; cambio cambio; dólar dólar

…En las arcadas de las Galerías Pacífico se encuentran obras de: Carlos Alonso “Con los Pies en la Tierra”,  Josefina Robirosa “Otro Tiempo”, Rómulo Maccio “ Florida Ida y Vuelta”, Ariel Godoy “Volver a vivir “.

Y en la gran Cúpula central,  esa maravilla declarada Monumento Histórico Nacional se encuentra una muestra de arte excepcional: obras de Berni, Spilimbergo, Castagnino,  Urruchúa y Colmeiro, con la colaboración de Leopoldo Torres Agüero.

Una ciudad para disfrutar!

Van Fotos.

Agur!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuentos de Carmel By-The-Sea (Condado de Monterey, California, USA).

Marzo 2022

La lindísima y colorida ciudad de Carmel By-The-Sea atrapa no solo por sus características de ciudad marítima con una extensa playa, sus casas con canteros floridos, sus hoteles de diversas categorías, sus restaurantes, sus vistosas cafeterías, sus variados negocios y su clima benigno sino también por la amabilidad de su gente que se manifiesta ante cualquier requisitoria de ayuda o información.

Todo ello la transforma en un destino ideal para un paseo, vacaciones, fin de semana, o del tiempo que uno disponga. Y querrá volver siempre. 

La playa amplia y larga abraza el mar en un gran semicírculo permitiendo que los visitantes tengan espacio suficiente para disfrutarla.

Para huir del calor,  a la entrada de la playa árboles fotogénicos por sus troncos, sus ramas y sus copas de variadas formas que se proyectan sobre la arena ofrecen la sombra buscada.

En esta encantadora ciudad hay un restaurante italiano que solíamos visitar años atrás  llamado Il Fornaio ubicado en la Ocean Av. entre las calles Lincoln St. y Monteverde St.

Siempre, desde la primera vez que concurrimos, comimos no solo muy bien sino también muy rico.

Este año nos encontramos con una novedad, un bar o desayunador circular muy cómodo y vistoso ubicado a continuación del restaurante y separado a la vez con una entrada diferente por la calle Ocean Ave., con riquísimas croissants y variedad de  masas y budines con chocolate, mermeladas, crema que motivaron nuestra fidelidad por todo el tiempo que permanecimos en Carmel.

Y para recordar viejas historias no se puede dejar de visitar la famosa Misión San Carlos Borromeo del Carmelo fundada en 1971 y siempre relacionada con el bien conocido Fray Junípero Serra,  fraile franciscano (cuya vida y aventuras en la Misión fueron plasmadas tiempo atrás en un pequeño libro encantador con dibujos sencillos y graciosos).

Allí fue sepultado Fray Junípero Serra a su muerte ocurrida a los 70 años en 1784, bajo el piso de la iglesia.

En 1998 visitamos la Misión entrando por la senda de un jardín amplio y florecido, teniendo al frente un edificio antiguo con una gran puerta central y a ambos lados dos torres laterales con campanario y una cúpula terminada en un crucifijo.

Y asistimos a una misa vespertina oficiada por un sacerdote norteamericano de mediana edad.

En su  interesante homilía, clara, atinada a las circunstancias de ese momento, agregó un simpático comentario sobre su designación para ejercer el sacerdocio.

Según relató con gracia, él deseaba ejercer su sacerdocio en Africa y así lo había solicitado. Para su sorpresa llegó la designación  para hacerlo no en Africa sino en la Misión del Carmel en América, circunstancia que lo sorprendió para luego colmarlo de felicidad.-

Van fotos.

Agur!

                                     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuentos sobre Caminata y Paseo Menlo Park / Stanford (California, USA)

Marzo 2022.

Este paseo comienza en la calle Santa Cruz de la localidad de Menlo Park, cercana a Palo Alto y Stanford, una calle amplia bordeada de casas, escuelas, parroquias, plantas floridas y algunos árboles que conduce al pequeño centro comercial local salpicado de restaurantes y cafeterías que ocupan parte de la calle, siguiendo luego hasta la estación del Caltrain, el tren de varios vagones con asientos bajos y altos que rápido recorre varias localidades pintorescas, entre ellas la del aeropuerto, hasta llegar a San Francisco.Linda experiencia para gente que gusta de los trenes.

Caminando por Santa Cruz hasta llegar a la bonita San Mateo y doblando a la derecha  se inicia el placentero recorrido de una calle arbolada y serpenteante con lindas casas y cuidados jardines , sin demasiado tránsito vehicular, unos pocos camioncitos de jardineros y varias bicicletas y según la hora del paseo unos cuantos caminantes .

Nada de ruidos molestos, bocinas, gritos, solo canto de pájaros y algún saludo formal de quien se cruzaba en el camino. Un placer total, calmo y reconfortante.

Casi sin darnos cuenta del  largo rato transcurrido nos encontramos sorpresivamente con el antiguo puente  angosto que cruza un arroyo  a buena altura y la tupida vegetación tropical que lo rodea allá abajo.

No se escuchaban ruidos ni conversaciones, menos aún algun grito o risas fuertes que espantaran los pájaros.

Una calma brisa y el sol fuerte eran  el aderezo perfecto para el ambiente del cruce que permitía admirar serenamente el paisaje.

Y del otro lado, luego de cruzar parte de un extenso parque de árboles y canteros florecidos, una avenida de doble mano con cantidad de vehículos que a las velocidades permitidas y respetando los semáforos circulaban en ambos sentidos.

Y mas allá y algo lejos, la prestigiosa Universidad de Stanford, mas cerca el Shopping tan visitado. Frente a él,  avenida por medio, varios edificios muy agradables de tres o cuatro pisos.  Muchos de ellos viviendas muy cuidadas con jardines y piscinas, alquiladas por gente mayor que allí encuentra atención, esparcimiento y tratamientos para su salud.

Todo lo disfrutamos plenamente de ida y vuelta sabiendo que la experiencia no es fácil de repetir, sencillamente porque  circunstancias tan agradables que se conjugan simultaneamente  no abundan en la vida cotidiana, sea cual fuera el lugar de la Caminata y Paseo .

Agur!

Van Fotos.

                         

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuentos de Gran Bretaña ( Londres /Amesbury).

2018

Gran Bretaña es un país muy interesante para pasear, conocer, estudiar, disfrutar…..

A pesar de estas y otras cuantas bondades presenta en estos tiempos una situación de riesgo digamos, “monetario”.

En la última visita esta situación de riesgo se nos presentó en dos oportunidades.

Uno de los propósitos del viaje era conocer ese monumento megalítico tan interesante como antiguo llamado Stonehenge situado en Amesbury en el condado de Wiltshire, cerca de Salisbury que según los arqueólogos fue construido entre finales del Neolítico y principios de la Edad de Bronce, y desde luego Patrimonio de la Humanidad.

Las visitas para los turistas están programadas por varias empresas que las realizan durante el día.

Habiendo contratado con una de estas empresas guiada por un argentino residente en Gran Bretaña nos indicaron que todos los pasajeros debíamos concentrarnos para la salida frente a un Hotel que tenía una explanada donde estaría el autobús que nos llevaría a la visita.

Para ello debíamos tomar un tren que nos aproximaría al lugar de encuentro.

Temprano en la mañana tomamos el tren y bajamos en la estación indicada.

Buscamos en la estación un mapa del lugar para ubicar las calles donde se encontraba el hotel y nos dirigimos allí. Clara evidencia que desconocíamos el lugar a donde nos dirigíamos

A poco de caminar se unió un señor de mediana edad hablando español y simpáticamente nos preguntó si éramos argentinos. Charlamos unos minutos, cruzamos una calle y sorpresivamente dos hombres corpulentos con impermeables se colocaron frente a nosotros exhibiendo unos carnets ilegibles que ni siquiera llegaron a mostrar y con voz clara y fuerte dijeron “BRITISH POLICE”. Nos pidieron los pasaportes mientras el señor que venía conversando con nosotros se hizo a un lado.

Exhibimos los pasaportes y con cierto acento dijeron “argentinos” y seguidamente preguntaron si llevábamos dólares. A estas alturas ya sabíamos que se trataba de un atraco. Con la mayor de las serenidades les respondí que no, que solo llevábamos sesenta libras y rápidamente abrí la cartera, saqué la billetera y se las mostré. El otro “policía” decía como en letanía “en la panza” con acento muy ridículo señalando la cintura. También rápidamente alzamos brevemente los sweaters y mostramos la cintura y con vos firme les dije que íbamos a perder el autobús de la excursión y nos fuimos. El ocasional acompañante medio trotando para seguirnos el paso llegó a la esquina y nos señaló hacia la izquierda el hotel donde íbamos a tomar la excursión. Los tres hombres, sin duda, en connivencia.

Al ver llegar el autobús, deslicé las manos por los bolsillos vacíos de mi abrigo y sentí debajo, en los inigualables bolsillos internos y amplios del chaleco oriental que llevaba debajo el objeto tan deseado por los ladrones.

Comentando luego con el guía de la excursión, un señor mayor argentino muy eficiente, lo ocurrido advirtió a todos los pasajeros que estos señores de la “British Police” eran rumanos que realizaban ese tipo de atracos sin violencia.

Desde luego fuimos a la Embajada Argentina en Londres a comentar lo ocurrido y nos respondieron que no podían hacer nada ya que no nos habían robado ni habían ejercido violencia. Advirtiéndonos que la Policía Británica va uniformada y no para a nadie en la calle, salvo peligro de vida.

La historia no terminó allí.

Una tarde cuando regresábamos al Hotel, tres señores nos paran y dicen la “clave” “BRITISH POLICE”, exhibiendo unos carnets que igual pueden ser de cualquier cosa porque los sacan y los guardan inmediatamente. Ya experta en el tema, algo histérica y enojada con voz alta y sonora les dije “BRITISH POLICE”!!??

Yo voy a llamar a la British Police y los van a deportar a Rumania, Ya los denunciamos ante la Embajada Argentina la que iba a tomar medidas contra los rumanos ladrones que asaltan a los turistas. Se quedaron mudos y pálidos, nos dimos vuelta y seguimos tranquilamente caminando.

A veces una mujer indignada y resuelta, en la vía pública y rodeada de gente (muy importante) puede actuar casi como Clint Eastwood.

Agur!

Van Fotos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

I´m Back! De Regreso. Cuentos de Miami Beach, Estados Unidos de América. Un pirata de autobús, una conductora irascible y un joven desconsiderado.

2021

Durante el mes de mayo de 2021 los autobuses de Miami Beach eran gratis cualquiera fuera la distancia que uno recorriera en la zona.

Eran autobuses de diferente tamaño según la zona que recorrieran y todos adaptados a las exigencias del cuidado en la pandemia.

Los primeros tres o cuatro asientos enfrentados estaban destinados a los ancianos o personas con dificultades motrices y otros mas atrás marcados para evitar su utilización guardando cierta distancia en cuidado de la pandemia.

Subí al autobús en un mall grande y muy popular entre los visitantes, el Aventura Mall, con destino a las calles céntricas de Miami Beach, un trayecto largo.

La conductora, una señora de mediana edad y pocas palabras frente al volante en un espacio cerrado con una puerta de metal en su parte baja y material transparente en la superior.

A poco del trayecto subió al autobús un personaje de edad avanzada con un maletín y atuendo similar a un viejo pirata. Pañuelo rojo en la cabeza atado en la nuca de donde salía una coleta gris algo enrulada y sobre él un gorro azul, bigotes con extremos hacia arriba, camisa amplia con mangas recogidas exhibiendo profusos tatuajes y varias pulseras, chaleco con pocos botones y un pantalón algo corto y gastado. Saludó efusivamente a la conductora y con absoluta naturalidad se sentó en uno de los asientos delanteros reservados e inmediatamente cerró los restantes a su lado para impedir que fueran ocupados.

Abrió su maletín y comenzó a sacar variedad de productos que fue colocando en exhibición a un lado como si de una vidriera se tratara, frascos, botellas, algunos elementos de cocina, baño y los ofrecía a quien subiera o bajara del autobús sin demasiado énfasis.

A todo este despliegue no hubo observación alguna por parte de la conductora.

Mas adelante subió un muchacho, zapatillas, remera y pantalón negros quien se sentó en un asiento paralelo al mío, apoyó su espalda contra la ventanilla, alzó sus pies colocándolos sobre el asiento vecino, ocupando la totalidad de los dos y sacó su teléfono.

A medida que avanzábamos en el trayecto subía gente que veía menguada su oportunidad de sentarse, hasta que alguien logró hablar con la conductora y tuvimos una pequeña función de áspera opereta entre la conductora y el muchacho. El pirata no intervino ni fue amonestado por la conductora, se limitó a disfrutar de la pelea sonriendo divertido.

Episodio que terminó con el muchacho cambiándose de asiento.

No por mucho tiempo.

Cuando se desocuparon dos asientos inmediatamente el muchacho los ocupó de igual forma que la vez anterior, lo que provocó el enojo y acción inmediata de la conductora quien abrió de un golpe la puerta que la mantenía aislada y a grito limpio comenzaron las amenazas.

Cuando se dio el segundo acto de la opereta con los mismos actores y libreto, decidí que ya eran demasiados gritos para un viaje y tiré fuertemente del cordón que pide el stop. Parada frente a la puerta y junto al pirata recibí la múltiple oferta de productos y una amplia sonrisa, lo saludé amable y bajé aliviada del autobús.

La Collins me recibió con una procesión de gente en las veredas y bulliciosos autos en la calle.

Respiré aliviada, todo resultaba mas tolerable que la opereta a gritos en el autobús.

Agur!

Van fotos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuentos de Australia IV Queen Victoria Building (QVB) Sydney, Australia

2018

 

En el centro financiero de la ciudad de Sydney, Australia se encuentra un magnífico edificio de estilo románico victoriano que fue construido a fines del siglo XIX y diseñado por un arquitecto escocés, George Mc Rae, que había emigrado a Australia.

De gran porte tuvo diferentes usos hasta que se convirtió en un centro comercial de fino estilo con cuatro pisos principales, diseños llamativos de antiguos mosaicos, escaleras en tramos semicirculares, magníficos vitraux, un gran domo o cúpula central y otras menores que permiten la entrada de luz que se esparce en todo el edificio.

Con dos accesos principales por las calles George Street y York Street, se extiende a lo largo con escaleras laterales dejando libre el gran espacio central bordeado por una barandilla de forma tal que desde arriba y desde el piso inferior se pueden contemplar los diferentes niveles y los dos magníficos relojes mecánicos ubicados en la parte superior con figuras en movimiento que recuerdan hechos históricos, objeto de admiración de los visitantes. El mayor pesa cuatro toneladas y mide diez metros de altura.

En el piso mas alto, cerca del domo, hay un objeto de curiosidad y futura expectativa. Es un sobre cerrado que contiene una carta de la reina Elizabeth II de Inglaterra y solo podrá ser abierta en el año 2085.

Es un lugar de visita obligada y muy concurrido, con variedad de elegantes boutiques y negocios, bares, confiterías, restaurantes.

Almorzamos en un lindísimo restaurante con excelente comida y atención, precios atinados y accesibles y contemplamos por largo rato esos magníficos relojes únicos en diseño y función.

Imposible visitar Sydney y no recorrer este edificio que lleva el nombre de la Reina Victoria, monarca recordada con afecto en todo el mundo que supo estar bajo su reinado.

Agur!

Van fotos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CUENTOS DE AUSTRALIA III. Brisbane (Queensland).

2018

Desde la Gold Coast en un tren moderno al que se aborda en pleno centro para llegar después de un recorrido regular a una estación abierta donde se transborda a otro tren igualmente moderno y confortable se llega a la linda ciudad de Brisbane capital del estado de Queensland, con un río a su lado, el río Brisbane, que posibilita un paisaje y una estructura ciudadana muy pintorescos y de variadas posibilidades.

Allí están el Centro Cultural de South Bank, la Galería de Arte Moderno, los magníficos y originales Jardines Botánicos con variadas especies, galerías cubiertas de plantas y flores, con una costa florida sobre el río. Con un plus que hace las delicias de los visitantes, las piscinas públicas que cerca del río permiten el fresco disfrute de sus aguas en un ambiente sumamente prolijo y cuidado.

Y allí en medio de árboles y plantas conocí al pequeño animalito símbolo de Australia y Nueva Zelanda, que apareció repentinamente y se mantuvo quieto mientras lo contemplábamos y sacábamos fotos, sin preocuparse demasiado, el encantador kiwi. Y allí permaneció un largo rato con el aspecto de un pollito gordo, de tono amarronado, sereno, inamovible, sin emitir sonido. Acostumbrado seguramente a la gente que pasea por su habitat.

Lamentablemente no nos alcanzó el tiempo para visitar la reserva de koalas mas antigua y grande que se encuentra en el Lone Pine Koala Sanctuary.

Agur !

Van Fotos

 

 

Cuentos de Australia II. Bondi Beach (Sydney); Gold Coast; Surfers Paradise.

2018

La linda ciudad de Sydney se luce en muchas cosas, la magnífica y única Opera House, su puente en arco que festeja todos los principios de año con fantásticas luces de colores y fuegos artificiales, el engalanado y distinguido Queen Victoria Building y una playa soñada, la Bondi Beach visitada por propios y ajenos, con respetuosa concurrencia de todo el mundo que disfruta su amplitud, límpida y fina arena, olas que hacen las delicias de los surfers, y personal de seguridad que ayuda a los bañistas.

Buena cantidad de argentinos la visitan todos los veranos, muchos jóvenes sentados en ronda se divierten sin gritos.

No hay juegos de pelota, perros, música que impida la charla amena o el agradable descanso.

Todo es paz y placer visual.

Siguiendo con el recorrido de esa costa magnífica nos trasladamos a la inigualable Gold Coast (Costa Dorada). Todo un litoral marítimo de arena fina y clara bordeada por el mar de un lado y por imponentes edificios altísimos del otro.

Con cantidad de medianos centros urbanos a todo lo largo de la zona donde hay variedad de comercios, bares, restaurantes, lugares de esparcimiento, un sinfín de negocios muy variados. Estos centros urbanos son recorridos por transporte público moderno de inigualable diseño y comodidad. Seguros, impecablemente limpios son como pequeños trenes con amplias ventanas que transcurren su marcha con impecable serenidad.

Y así seguimos a las playas de Surfers Paradise, un verdadero paraíso para los surfers. Allí se realizan campeonatos, concursos, jóvenes del mundo entero se dan cita allí, todo un festín para los deportistas.

Estas playas australianas son especialmente bellas, tantas y tan variadas con un denominador común, limpias, seguras y placenteras.

Uno puede dejar su toalla, sus pertenencias en el lugar donde tomaba sol y caminar por una hora o más alejándose para regresar y encontrar todo lo suyo exactamente donde lo dejó.

Queda un solo pensamiento al retirarse de allí, regresar.

Agur!

Van fotos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuentos de Sydney, Australia I.

2018

Afortunadamente pudimos realizar el largo viaje a Australia tantas veces postergado por diferentes razones. Ya que nuestra intención era no solo conocer Sidney sino también otras ciudades y siempre surgía la duda de visitar al mismo tiempo Nueva Zelanda, lo que prolongaba el tiempo del viaje considerablemente.

Finalmente decidimos visitar Sydney, la Costa Dorada y Brisbane y también la Isla Norte de Nueva Zelanda, Auckland y Wellington y recorrer el trayecto de Norte a Sur con el Kiwi Rail al menos una vez.

Decisión que nos permitió finalmente realizar el viaje que resultó fantástico.

Quedaron pendientes Melbourne, Tasmania, la isla Sur de Nueva Zelanda …

Elegimos un hotel bien ubicado no muy lejos de la magnífica Opera House y bien céntrico para movernos con facilidad.

Nos registramos y cometí la primera torpeza. Preguntarle al empleado que nos había registrado si se podía salir a cenar y regresar luego alrededor de las diez de la noche sin inconvenientes.

El señor me miró fijamente y me contestó muy serio, “señora este es un país seguro”. Me disculpé rápidamente y pensé disfrutar plenamente de esa seguridad.

Por supuesto lo primero que hicimos en la mañana fue caminar hacia el puerto para ver la maravilla que tantas veces habíamos contemplado en imágenes, la Opera House.

Nos deslumbró absolutamente, como le debe ocurrir a todo el mundo. Entramos al sector de las boleterías para retirar las entradas que habíamos reservado con antelación para asistir a la función de la ópera Carmen. Lo que hicimos ágilmente y sin mayor demora y nos dedicamos a recorrer su interior todo lo que se podía.

Salimos luego para encontrarnos con varios bares y restaurantes que enfrentan el mar, el puente, el perfil de la ciudad, los barcos de todo tipo que navegan incansablemente la zona y pintan el paisaje de vida, de felicidad, de movimientos inesperados, de gente del mundo, de sonidos varios, de una actividad única y propia del lugar.

Deslumbrados buscamos lugar en alguno de ellos para almorzar sin importar demasiado la comida, con el espectáculo bastaba.

No obstante disfrutamos una rica comida marinera con jugos de frutas varias y fríos helados que soportaron el sol y la brisa.

Caminamos alrededor del edificio admirando el diseño y la artística arquitectura que maravilla a simple vista sin demasiado análisis. Algo único e inolvidable.

Pasamos todo el día y la primeras horas de la noche donde el espectáculo cambia por completo.

El movimiento continúa pero la claridad del sol desaparece y llegan mil luces que iluminan el panorama, el puente se destaca a un costado de la Opera, los barcos continúan incansables paseando gente por los varios caminos marinos, pasa un barco “del Misisipi” con su rueda posterior, muy pintoresco.

Y finalmente, despacio, y sin casi poder alejarnos de ese ambiente de placeres varios caminamos hasta el hotel tranquilos y sin apuro en ese país seguro.

El espectáculo de la ópera Carmen también resultó único, una puesta magnífica y de gran lucimiento artístico. Completó sobradamente el encuentro con semejante obra arquitectónica.

Seguirá luego la crónica de la afamada playa Bondi Beach, Brisbane y la Costa Dorada (The Gold Coast).

Agur!

Como siempre van fotos.

 

 

 

 

 

 

Cuentos de WELLINGTON, Capital de New Zealand (Nueva Zelanda) III. Isla Norte.

2018

Llegados al lindísimo aeropuerto de Wellington, la capital de Nueva Zelanda, engalanado con los fantásticos personajes que creó J.R.R. Tolkien y llevó al cine Peter Jackson para filmar la zaga del Señor de los Anillos en la orografía tan atractiva de Nueva Zelanda tierra natal de Jackson, comenzamos a disfrutar de esta encantadora ciudad, sus paisajes, sus negocios, su comida, su puerto con la posibilidad de navegar por localidades cercanas y su Cable Car rojo, un pequeño funicular con aires de antigüedad muy atractivo que nos llevó de la forma mas cómoda ascendiendo las colinas desde el nivel de la calle Lambton Quay hasta el fértil Jardín Botánico tan poblado de variadísimas especies en sus colinas y también al elegante y cotizado barrio residencial de Kelburn.

En lo alto de la colina del Jardín Botánico hay una confitería moderna y cómoda que ofrece variedad de propuestas que se saborean mientras se observa por sus ventanas, colinas abajo, la ciudad. Desde los helechos y demás vegetación del poblado Jardín Botánico hasta el puerto, el mar, los barcos, la antigua Catedral en su colina, panorama mas placentero imposible!

El Puerto! Un paseo obligado. Wellington tiene uno de los puertos mas vistosos que hemos visitado, bordeado de muelles con restaurantes y jardines desde donde se observa al frente la ciudad y sus edificios costeros, con esos enormes helechos que engalanan los espacios públicos.

Continuando el paseo por la zona llegamos a la Post Office Square y encontramos el Huddart Parker Building. La Huddart Parker era una importante línea Naviera en Wellington, de allí el nombre del edificio.

En su planta baja se encuentra un encantador restaurante llamado “Charley Noble Eatery and Bar” en honor del capitán de un viejo buque mercante, lugar que exhibe aires e historias de navegantes.

El servicio impecable con mozas respetuosas y muy diligentes y la comida buenísima. Un placer total.

El Museo! En un edificio moderno se asienta el Museo de Nueva Zelanda “Te Papa Tongarewa”.

Y allí en un ambiente espléndidamente logrado con luces adecuadas se destaca en leve penumbra la fauna marina de la zona. Cuelga en diferentes niveles desde lo alto en variedad y cantidad considerable, plasmando un fondo marino desconocido y atrayente. Les aseguro que uno no se cansa de mirar hacia arriba tratando de reconocer los variados especímenes que se exhiben. Luego de un buen rato paseando y admirando ese magnífico museo salimos para continuar nuestra caminata de conocimiento y disfrute.

Caminamos por la Pipitea street entrando al barrio Thorndon, barrio de embajadas, colegios, iglesias. Encontramos la embajada argentina en la Murphy Street y a su lado un pequeño café llamado Café Classic. Pensamos tomar allí un café, pero al ver en las mesas vecinas gente saboreando la afamada clam chowder, una sopa algo espesa con almejas nos tentamos…

Pedimos esa sopa deliciosa con la densidad adecuada y sabrosas almejas. El bowl estaba rodeado de suaves tostadas y manteca que acompañaban muy bien el plato.

Los que se animaron continuaron con gordos y apetitosos burritos que según comentarios eran exquisitos.

Una mañana soleada encontramos un callejón con negocios y altos helechos al fondo con salida a una calle céntrica frente a un Starbucks, llamado Plimmer Steps con una importante y llamativa estatua en bronce de un hombre con su perro, era el señor John Plimmer, colono y empresario que fue llamado “El padre de Wellington”.

Continuando el paseo caminamos por la Molesworth Street donde encontramos la New Zealand Rugby House, hogar de los famosos All Blacks ídolos de los jugadores de rugby.

Mas adelante y por la misma calle nos llamó la atención el diseño arquitectónico del edificio del Parlamento, al que llaman “La Colmena”, lo que alude a su estructura.

Pocos nos resultaron los varios días que destinamos a esta lindísima ciudad, sus barrios, sus calles y negocios, sus museos, su puerto, sus bellas colinas, su gente amable y agradable, su ambiente en general.

Y en el aeropuerto nos despidió una simpática señora luciendo un hermoso sombrero repleto de flores de plumeria, un encanto!

Una ciudad para recordarla con cariño.

 

Agur!

Como siempre, van fotos.